lunes, 6 de junio de 2011

"MI LEGADO"

2 Crónicas 34,35

Así como hay personas que heredan casas o terrenos, hay quienes heredan resentimientos y muchos problemas a sus descendientes. Por ejemplo yo me pregunto: ¿Qué habrá hecho un fulano para que pusieran el siguiente epitafio en su tumba? “Aquí yace fulano de tal. Que te perdone Dios, porque tus hijos y tu esposa Jamás” ¡Zassss!
Josías, rey de Judá dejó un legado tal a su pueblo, que fue recordado y endechado por muchas décadas, incluso añorado por siglos, este chico que ascendió al trono a los 8 años de edad de plano se ganó el corazón de Dios, de sus súbditos y todos sus colaboradores cercanos.
Llegó al poder después de
los reinados corruptos de su abuelo y de su padre, los cuales llevaron a la decadencia moral y espiritual del reino de Judá. Josías recibió un reino bastante golpeado, sin embargo realizó una revolución sin armas, una revolución espiritual que transformó la vida nacional, al menos durante su reinado. Dice la escritura que de los 12 a los 18 años hizo campaña de limpieza contra la idolatría, ese pecado que tanto había ofendido a Dios: “A los ocho años de su reinado, siendo aún muchacho, comenzó a buscar al Dios de David su padre; y a los doce años comenzó a limpiar a Judá y a Jerusalén de los lugares altos, imágenes de Asera, esculturas, e imágenes fundidas.” 2 Crónicas 34:3 “Y quitó a los sacerdotes idólatras que habían puesto los reyes de Judá para que quemasen incienso en los lugares altos en las ciudades de Judá, y en los alrededores de Jerusalén; y asimismo a los que quemaban incienso a Baal, al sol y a la luna, y a los signos del zodíaco, y a todo el ejército de los cielos.” 2 Reyes 23:3. Durante este periodo de purificación, reinstaló el culto a Dios, restableciendo el oficio a los sacerdotes, cantores y demás levitas.
Teniendo 20 años de edad, se dio a la tarea de reparar la casa de Dios. En ese entonces, la palabra de Dios había sido olvidada, incluso se había intentado exterminar, pero cuando reparaban el templo, entre los escombros encontraron un ejemplar. La lectura de la palabra de Dios provocó un gran impacto en el joven rey, lloró y rasgó sus vestidos en señal de dolor y arrepentimiento al darse cuenta cuan lejos estaba él y su pueblo del Señor. Con este sentido arrepentimiento se ganó el corazón de Dios, quien le prometió que viviría y moriría en paz, y no le tocaría ver todas las tragedias que su reino sufriría a causa del pecado.
Hay mucho que contar acerca de mi tocayo, como la pascua tan extraordinaria que celebró, que en 400 años no se había visto una así; es decir, en esto superó a David y Salomón, no por lo grande de la fiesta, sino porque la celebró a la manera que Dios la quería.
Reflexionando: El rey Josías de todo corazón trataba de obedecer lo escrito en la ley de Dios; en consecuencia de eso, el Señor le dio paz. Aunque murió en una guerra que imprudentemente él mismo buscó, Josías murió en paz, pues toda su vida buscó estar a cuentas con Dios.
Cuando un ser humano vive en paz con el creador, en automático vivirá en paz con sus semejantes, buscará el bienestar del otro y siempre será recordado con cariño por su legado edificante.
En caso que hoy muriéramos ¿Habría duelo o fiesta? ¿Cuál sería la herencia que dejaríamos? ¿Odios, resentimientos, disensiones, traumas, adicciones, ejemplo de inmoralidad, etc.? O ¿Amor, armonía, cariño, respeto, ejemplo de integridad y servicio? ¿Qué?


TRANSFORMADOS PARA SERVIR
JOSIAS I.G.G

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