miércoles, 4 de mayo de 2011

"ENTREMOS A LA PRESENCIA DE DIOS"

2 Crónicas 4
“Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo. Aun el gorrión halla casa, Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos, Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío.”
Este fragmento del salmo 82 es muy motivante para todo quien quiera acercarse a Dios, pues nos dice que si las avecillas hallan abrigo cerca de la casa de Dios, cualquiera de nosotros no será rechazado cuando intentamos un acercamiento con el creador.

El capítulo 4 del 2º libro de Crónicas nos describe el mobiliario interior y exterior del templo construido por Salomón. Te invito a hacer un recorrido desde el atrio o patio exterior hasta el lugar santísimo.
Cuando tu entras al atrio del templo no puedes pasar por desapercibido el altar monumental de bronce que salomón ha construido, es algo colosal, ¡Es un señor altar de 4.5 metros de alto! Los sacerdotes tendrán que usar una escalera para subir hasta la parte superior, fácilmente cabrán 50 sacerdotes trabajado sobre este mueble cuadrangular de 9 metros de lado, ¿Pueden imaginarse 81 metros cuadrados llenos de leña y muchos animales lavados y cortados para el holocausto? Otro “mueble” que destaca es el gran tanque de bronce de 4.5 metros de diámetro junto a los otros 10 tanques mas pequeños móviles.
Atravesando el atrio llegamos a la entrada del templo, para entrar a él forzosamente tenemos que pasar en medio de las dos columnas de 16 metros de alto, al atravesarlas llegamos al pórtico o portal del templo.
Sigamos nuestra caminata hacia adentro, la sección que sigue es el lugar santo, allí podemos ver tres elementos principales más todos sus accesorios: 1) Una hilera de 5 mesas de oro a la izquierda del templo y otra hilera de otras 5 mesas de oro a la derecha. 2) De la misma manera puedes ver las dos hileras de 5 candelabros de oro puro a lo lago de cada muro lateral. 3) Casi al fondo del lugar santísimo podemos observar el altar de oro para ofrecer incienso.
La sección siguiente es el lugar santísimo, pero en esta ocasión llegamos hasta aquí, hasta el gran velo o cortina que la divide del lugar santo.
Reflexionemos:
• El altar es una muestra que nuestra adoración debe ser grande; la abundancia de agua que usaban los sacerdotes para asearse y asear a los animales antes de ofrecerlos a Dios, nos invitan a limpiar nuestras vidas antes de acercarnos para adorar.
• Mientras mas nos acercamos al lugar santísimo, al trono de Dios, los materiales de los muebles y accesorios eran más preciosos y más puros. Así serán nuestras vidas, las cuales deberán convertirse en mas preciosas y mas puras a medida que nos acercamos al creador.


TRANSFORMADOS PARA SERVIR
JOSIAS I.G.

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